Socia directora y fundadora de MAHALA Communication&PR, y miembro del Consejo de Mecenazgo de la Fundación, Mahala Alzamora es una de las cinco personalidades que tendrán que escoger la companía ganadora de la segunda edición del Premio Empresa Cultura, Desde la Fundación convocamos esta distinción con el objetivo de reconocer una empresa con un programa o proyecto innovador y singular que destaque por su compromiso con el fomento y apoyo a la cultura de Cataluña. Se prevé que el veredicto del jurado se haga público el próximo mes de febrero.
La implicación y la sensibilidad entorno a la cultura es el sello de identidad de la empresa que Mahala Alzamora dirige y que centra su actividad en la organización y la comunicación de actos y proyectos. Por este motivo es una gran conocedora del valor y del rol fundamental que desempeñan las alianzas entre la empresa y la cultura para el progreso de la sociedad y el territorio.
Cómo definirías el espíritu del Premio Empresa Cultura?
Es un galardón muy necesario para vitalizar y contagiar a más empresas. Es fundamental poner en valor y dar visibilidad a las organizaciones que apoyan la cultura.
Mahala, tú tienes una amplia experiencia comprobando los beneficios y el retorno que tiene la cultura para una empresa. ¿Cómo explicarías qué aporta apostar por la cultura a las empresas que todavía no la integran en su Responsabilidad Social Corporativa?
La cultura es un bien por ella misma, no tenemos que transformarla en un recurso económico, pero necesita su apoyo porque puede tener espacios de libertad y, por lo tanto, desinteresados. El hecho que las empresas se aproximen a la cultura es lo mejor que les puede pasar si se trabaja conjuntamente en un proyecto ad hoc.
Los departamentos de Recursos Humanos tienen que desarrollar acciones específicas para todos los trabajadores que quieran participar y hacerlas extensivas a sus familias. El ejemplo y el compromiso de la dirección de la compañía hacia la cultura es la mejor manera de aprender a quererla. Por otro lado, el rol activo de las administraciones públicas hacia la cultura tiene que permitir incentivar las empresas con proyectos público-privados y fortalecer los vínculos entre todos.