Ana Vallés forma parte del jurado del Premio Empresa Cultura y del Consejo de Mecenazgo de la Fundació. Presidenta del grupo de empresas Sorigué desde el año 2013, así como de la Fundació Sorigué desde 2006, es Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Valencia y posee una importante experiencia en el mercado del arte contemporáneo. Como presidenta de Sorigué, ha ideado y liderado el primer proceso transformador integral del Grupo. Un Plan estratégico basado en la apuesta por la innovación, el impulso del talento y el conocimiento. Su buque insígnia es el proyecto PLANTA, un espacio diseñado para incentivar la creatividad artística, arquitectónica y empresarial, y que ha acogido exposiciones e instal·lacions de nombres como Juan Muñoz, Anselm Kiefer, William Kentridge, Bill Viola, Antonio López y Chiharu Shiota.
¿Qué destacaría del Premio Empresa Cultura?
Es un galardón muy importante porque me parece muy necesario poner en valor y dar visibilidad a aquellas empresas comprometidas con el retorno social a través de la cultura en un momento tan incierto y cambiante. Es un reconocimiento muy necesario para seguir trabajando en nuevas vías de colaboración y de relación entre el sector privado y el ecosistema cultural de nuestro territorio.
¿Por qué cree que es importante promover que las empresas fomenten la cultura (dentro de la misma empresa y fuera) y la vinculen en el territorio?
Creo firmemente que los vínculos y sinergias entre el mundo de la empresa y el mundo de la cultura son necesarias y muy enriquecedoras por ambas partes, y de las que surgen nuevas ideas, soluciones y respuestas a los retos que afrontamos como sociedad. Las empresas tienen que tener cada vez más capacidad de adaptación, de innovación, ser más versátiles y sostenibles y es fundamental que se generen alianzas con la cultura como fuente de creatividad, de transformación, y además que aporta enriquecimiento intelectual y social. Las empresas que contribuyen al desarrollo cultural de un territorio generan oportunidades y recursos, promueven el talento y aportan visión de futuro, y hay que incentivar este compromiso.
El dinamismo que puede generar la alianza de la cultura y la empresa tiene que ayudar al sector cultural a ser más fuerte y sostenible. ¿Qué otras acciones cree que contribuyen a tener una sociedad más culta y cohesionada?
Hace falta un esfuerzo conjunto y la implicación de todos los agentes sociales. Sin duda la educación juega un papel muy importante, y esta también tiene que adaptarse a las nuevas realidades, tiene que ser permeable a las nuevas tendencias, colaborando con el tejido empresarial y cultural, para preparar las generaciones del futuro. Las alianzas entre sector público y privado son también esenciales para garantizar el ecosistema del bienestar, el progreso y la sostenibilidad social.