· Entidades reconocidas del sector cultural, investigación y del ámbito social se adhieren a la propuesta de la Fundación Cataluña Cultura de creación de un nuevo marco legal y fiscal de mecenazgo para el país.
· La Fundación lidera la Plataforma por el Mecenazgo que busca el apoyo de los partidos políticos para que la proposición de Ley llegue al BOE.
· Se han adherido ya a la propuesta el Gran Teatro del Liceo, el Festival Castell de Peralada, la Coordinadora Catalana de Fundaciones y el Círculo de Cultura.
Ha llegado el momento. El Grupo de Trabajo de la Ley de Mecenazgo, impulsado por la Fundación Catalunya Cultura, lleva desde 2016 impulsando una mejora de la obsoleta Ley 49/2002. En una reunión virtual con entidades y organizaciones reconocidas del sector cultural, de la investigación y del ámbito social comprometidos con esta iniciativa, compartimos el miércoles 9 de junio los pasos a seguir para llegar a tener una Ley de Mecenazgo que permita que tanto empresas como iniciativas privadas sean un motor económico.
En la Fundación Cataluña Cultura contribuimos desde los inicios al debate sobre el mecenazgo y la actualización y reforma del actual marco legal y fiscal del mecenazgo en Cataluña y España. Y lo hacemos con la legitimidad que nos da el hecho de que el origen de nuestra Fundación surge a iniciativa de empresarios / as y directivos / as de empresas comprometidas con la cultura a través del mecenazgo y patrocinio de los principales equipamientos, proyectos e instituciones culturales del país.
A lo largo de estos 4 años hemos organizado diferentes debates y hemos sido invitados en numerosas ocasiones a eventos, con el apoyo del Ministerio de Cultura y Deporte o la Generalitat. La primavera de 2016 reunimos a representantes de los sectores de la cultura, la investigación y el tercer sector social y asociativo del país para crear una Plataforma de organizaciones con quiénes poder compartir una nueva visión sobre el mecenazgo. Una plataforma que, con más adhesiones, podrá sin duda llegar a su objetivo: que la reforma de la Ley llegue al BOE.
Xavier Gramona, patrón fundador de la FCC, vicepresidente de Cavas Gramona y presidente del Grupo de Trabajo de la Ley de Mecenazgo, recordó que este grupo nació “al entender la necesidad de dotar a la sociedad de un marco fiscal visionario y ventajoso , que promoviera la economía en torno a la cultura”. En el mismo sentido, el activista cultural David Camps, experto en mecenazgo / fundraising y colaborador de la FCC, agradeció “el esfuerzo de consenso entre la Coordinadora Catalana de Fundaciones, el Cercle de Cultura, el Gran Teatro del Liceo y el Festival Castell de Peralada “, cómplices de este nuevo impulso. Camps considera que se está haciendo “un importante salto adelante para hacer del mecenazgo una herramienta para canalizar la filantropía, empoderar la ciudadanía y complementarla, mejorar y estabilizar la financiación de los proyectos, de las entidades, con una mejora de la fidelización, de la participación, del rendimiento de cuentas y de la transparencia “.
Una administración pública que apueste por el mecenazgo
Consideramos que es fundamental e imprescindible que los gobiernos -del Estado y autonómico- destinen un presupuesto público a la cultura de acuerdo con las necesidades de todos los sectores: artes visuales, escénicas, música, producción audiovisual, cultura popular, etc., que contribuya al desarrollo de todo el ecosistema del arte y la creación, al igual que en el ámbito social y de la investigación. El mecenazgo en ningún caso libera las obligaciones de la administración pública ni debe retraer el estado del bienestar. Vemos el mecenazgo como suma y sobre todo como creación de capital social. Una sociedad y ciudadanía comprometida con la cultura y la educación de su país es una sociedad más civilizada, más cohesionada socialmente y más democrática.
El mecenazgo y la filantropía del siglo XXI
Los hábitos de colaboración, de contribución de personas individuales y de empresas en el sector cultural han ido cambiando en los últimos 10 años desde la irrupción de las plataformas de micromecenazgo / crowdfunding en el sector cultural. Las personas que a título individual están dispuestas a hacer aportaciones relevantes – en forma dineraria o de patrimonio- a las entidades / instituciones culturales de nuestro país se encuentran con muchas dificultades de carácter administrativo y con un marco fiscal / legal que en nada favorece su acto de generosidad.
El economista Enric Rius reclamó durante el encuentro “modificaciones que afectan al concepto de donativo. El convenio de colaboración ha de poderse firmar también por un particular, no sólo las empresas, y la difusión del mismo se debe poder hacer de manera compartida “. Que estas aportaciones tengan la consideración de donativo, no sólo de gasto deducible, con toda la capacidad de deducción que tiene después; la mejora del donativo en especies y “poder establecer una reducción del IRPF sobre el consumo cultural: abonos, entradas …”.
Porque la actual Ley 49/2002 ya no responde?
Porque ha quedado obsoleta, ha caducado. Ahora las formas como se sustancian las colaboraciones entre empresas y entidades no lucrativas han cambiado y hay muchos aspectos concretos de la actual legislación que dificultan y son un lastre para el desarrollo y el incremento del mecenazgo empresarial y de particulares. Además, hay que acercar las deducciones fiscales para donativos en IRPF y en IS al nivel de los países como Francia o Italia, a los que por tradición europea y latina nos sentimos cercanos en cuanto al modelo cultural.
Es necesario dotar de nuevas vías de colaboración con derecho a deducción más allá de las aportaciones dinerarias -prestación de servicios- e incluir en una nueva ley reformada herramientas para el fomento y protección del coleccionismo, la adquisición y conservación del patrimonio histórico y natural.
Ahora hay una proposición de Ley de Mecenazgo del PDCAT que demuestra que hay consenso. Desde 2011 diferentes grupos parlamentarios, CIU, PP, Ciudadanos … han intentado sin éxito que prosperaran proposiciones de reforma de la Ley 49/2002, y en ningún caso han tenido éxito.
La proposición de reforma presentada por PDCAT del Grupo Plural en el Congreso el pasado mes de marzo fue admitida a trámite por 245 votos a favor. Por diferentes motivos, partidos políticos de ideología tan diversa como Unidas Podemos, Ciudadanos, ERC o el PSOE aceptan y entienden la necesidad de avanzar hacia la reforma del actual marco fiscal y legal en materia de mecenazgo, “un traje” que nos ha quedado “pequeño”. El contexto económico, político, cultural y social del 2021 no tiene nada que ver con el momento en que se aprobó la Ley de Mecenazgo en el 2002. Hay una comprensión entre los diferentes grupos parlamentarios que hacen que ahora sea el momento.
El abogado Miquel Ángel Vallès lo subrayó: “Ahora toca hacer una puesta al día y adaptar la Ley a una realidad en la que el mecenazgo se convierte en una necesidad para una sociedad que reclama empoderamiento y participar en muchos de los aspectos que socialmente son más relevantes “. Vallès aclaró que la propuesta de la FCC “no es un documento legalista. Intentamos que todos la entiendan y se pueda llegar a un acuerdo”. Y también valoró “el concepto de Plataforma. No estamos solos. Vamos juntos y estamos en sintonía”.
Con este último encuentro que hemos organizado desde la FCC buscamos el consenso de todos los sectores -cultural, social, medioambiental, investigación / universidades e instituciones del país- para luchar por esta proposición de Ley.
Maite Esteve, directora de la Fundación Cataluña Cultura, concluyó el acto explicando que desde la Fundación “creemos imprescindible que los presupuestos públicos que se destinan a los ámbitos sociales, de investigación y cultura, estén al nivel de los países europeos”. “Entendemos el mecenazgo como un complemento, un además de estos presupuestos, y un capital social que debe beneficiar a la sociedad y al país en el que vivimos”, añadió. “Es un buen momento. Todo el estamento político ve necesaria esta reforma de la ley. Y como fundación queremos impulsar este cambio. Pero no lo queremos hacer solos. Lo queremos hacer de la mano de todos y todas. Cuantos más seamos, más fuerza tendremos y queremos una representación global y coral, donde todos y todas nos sintamos cómodos”.
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